En verano, Zaragoza es un destino ideal de vacaciones para conocer la ciudad. No es de sol y playa, pero tiene otros atractivos como la oferta patrimonial, cultural, religiosa, gastronómica, de eventos… Cualquier fecha es buena para descubrir la gastronomía aragonesa, siendo fiel reflejo de sí misma y sus gentes, es sinónimo de cultura, tradición y producto de calidad. Sus platos son la delicia de toda persona que visita Zaragoza.
Para los amantes de la buena cocina, una gran opción es acudir a uno de los mejores restaurantes de la zona situado en Utebo. La especialidad del restaurante Velagua son las carnes y pescados a la brasa, cocinadas a la vista de los clientes. También, apuesta por la cocina tradicional aragonesa con platos tan típicos como las migas con jamón y uva o el ternasco de Aragón.
Otra gran opción con el mejor ambiente y unas vistas insuperables al skyline de Zaragoza es el sky lounge Van Gogh, un restaurante con terraza situado en el centro de Zaragoza, que ofrece platos clásicos con toques de cocina moderna. Puedes degustar una de las carnes más representativas de la cocina aragonesa como es el ternasco de Aragón con platos como el lingote de ternasco confitado con salsa demi-glace o las chuletillas de ternasco.
También, hay recetas especialmente adecuadas para el verano como las ensaladas, el gazpacho andaluz, los cogollos con anchoa… Las ensaladas son la estrella en la carta de verano con combinaciones originales como maraña de escarola con gulas y langostinos. La creatividad del chef permite combinaciones originales en los platos que atraen a los comensales.
Si buscas un momento de relax en el centro de Zaragoza puedes tomarte una copa en la terraza y disfrutar de unas vistas increíbles a la basílica del Pilar. Además, cuenta con una oferta muy amplia de copas y cócteles, gin tonic muy buenos y una carta de picoteo y raciones pequeña pero variada.
Cerca del sky lounge Van Gogh, se encuentra una de las zonas más míticas y céntricas de la ciudad para degustar tapas llamada el Tubo. Las estrechas callejuelas llenas de pintorescos bares del barrio de San Gil, en el casco viejo de Zaragoza, se llenan de gente a partir de media tarde y a cualquier hora del fin de semana, probando las tapas de los locales de alrededor.
Algunos bares de esta zona se especializan en una sola tapa, otros presentan una oferta más elaborada, más de degustación. Parte del encanto de este pequeño espacio gastronómico es poder admirar antiguos fragmentos de la muralla romana, identificar el arte mudéjar, ver el primer cabaret de España, el Plata o cruzar patios góticos mientras visitas locales míticos, como la taberna Doña Casta, el Siete Golpes, el Champi o el Limpia.
Todo un paseo histórico y, como no podía ser de otro modo acompañado de buena comida. La gastronomía aragonesa es una cocina sencilla con platos gustosos y productos de calidad. La sencillez de sus recetas contrasta con la fama de sus platos. Entre ellos hay que citar el bacalao al ajoarriero, los bisaltos a la casera, las borrajas, las boliches de Embún, los caracoles, los crespillos de borraja, el guirlache, el pollo al chilindrón, el recao de Binéfar, las truchas a la molinera o las magras de jamón con tomate.
Igualmente, hay otros platos que puedes encontrar en diferentes restaurantes de la ciudad, como las alcachofas fritas, las pochas con vieiras salteadas, el arroz con borrajas y almejas, los canelones de espinacas, las lentejas de verano, la perdiz en su guiso, el ternasco en salsa de setas o el bacalao a la zaragozana.
Aragón, presume de una magnífica huerta de frutas y verduras, tanto para el postre como para las ensaladas, entrantes o guarnición, así como una gran variedad de carnes de caza, pescados como el bacalao o las truchas del Ebro, embutidos y una repostería de gran nivel. Por último, una serie de denominaciones de origen en cuanto a sus vinos de Somontano que la hacen ser una tierra estupenda para saborear sus caldos.